Una empresa de pintura renovó su sede central inaugurando un edificio en el que el color y las diferentes tonalidades de acuerdo a la luz del sol son protagonistas.
Un arcoíris vertical sorprende bajo el cielo de Tokio, Japón.
Así es como se ve el edificio de una empresa de pintura que al momento de reformar su oficina central quiso además expresar su identidad.
Es un reciente proyecto de SAKO Architects, un estudio del arquitecto japonés Keiichiro Sako con sede de Beijing, China.
Es un edificio estrecho y construido de acuerdo a las estrictas -y limitantes- medidas legales requeridas en Japón ante posibles planes de evacuación.
Sin embargo, se trata de un edificio de oficina que se destaca por su carácter lúdico y súper colorido, además del diseño innovador que incluye “el cálculo preciso de la apertura del balcón y la aplicación de un revestimiento de gradación a un acristalamiento grande”, explicaron sus constructores.
SAKO Architects (@keiichiro_sako) diseñó más de 90 proyectos en China, Japón, Corea, Mongolia y España, y también ofrece servicios de interiorismo y diseño gráfico, mobiliario y planificación urbana general.
La pintura sobre cristal exterior es un desarrollo original de la empresa propietaria del edificio, y de acuerdo a las horas del día y la luz del sol va generando sombras de diferentes tonalidades, además de un efecto espejo que refleja el entorno.
Y a la noche iluminan suavemente las calles y los edificios circundantes.
Recientemente, SAKO Architects había llamado la atención por la construcción del jardín infantes Yangzheng, en Tianshui, Gansu, China.
El espacio es una fascinante e inspiradora oda al color.
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