No es solo un jarrón bonito… Es lo que sospechó Jessica Vincent cuando compró en una tienda de segunda mano un colorido florero que, una vez identificado como un exquisito objeto de diseño creado por el arquitecto y diseñador italiano Carlo Scarpa, fue subastado a precio récord.
Jessica Vincent paseaba por una tienda de segunda mano -Goodwill, en Virginia, Estados Unidos- cuando un colorido florero llamó su atención. “Lo compré pensando que se vería hermoso en algún lugar de mi casa”, expresó la mujer, dedicada al entrenamiento de caballos.
“Definitivamente no lo compré pensando: ´Voy a vender esto´”.
Sus señas particulares de diseño: un florero con forma de botella y cintas de colores, verde claro y púrpura amatista, subiendo en espiral por la superficie de vidrio, como pinceladas de pintura texturizada.
Pero lo que parecía un llamativo jarrón perdido entre cientos de utensilios en desuso, tenía un mensaje “secreto” en su base: Jessica Vincent leyó “Murano” e “Italia” en el fondo de su hallazgo, y comenzó su extraordinaria historia…
Vincent pagó apenas 4 dólares por la pieza que eligió para decorar su casa en las afueras de Richmond. Y una vez que empezó a investigarla, cambió y multiplicó su valor: lo compró a 3,99 dólares y en una subasta lo vendió por 107.000 dólares.
Sucedió el 13 de diciembre pasado, en la casa de subastas Wright de Chicago. El comprador es un rico coleccionista europeo que pidió no revelar su nombre.
¿Qué pasó entre su compra en la tienda de objetos usados Goodwill a la subasta? Jessica Vincent descubrió y reveló que el nuevo/viejo florero que tenía en su casa se trataba de un objeto de diseño original de la autoría del del arquitecto y diseñador italiano Carlo Scarpa.
Cuando Jessica Vincent vio el jarrón de autor de Carlo Scarpa, se enamoró a primera vista. “Yo siempre dije que tengo buen ojo”, expresó orgullosa esta mujer, una habitual visitante de los negocios de segunda mano y las ventas de garaje y que ama programa de tevé “Antiques Roadwhow”.
“Lo que me sorprende es que nadie descubriera el florero antes que yo”, contó Vincent sobre su hallazgo: una creación del arquitecto y diseñador italiano Carlo Scarpa que formó parte de su serie Pennelatte, en la década de 1940, en su casa en el condado de Henrico, Virginia.
Es probable que el jarrón vendido en Goodwill of Central and Coastal Virginia haya permanecido unos pocos días en el local, según contó Laura Faison, portavoz de la tienda. Según contó, vende en promedio unas 2.000 piezas nuevas al día. “A menudo, llegan desde el baúl de un automóvil”, explicó.
“Podría haberlo traído alguien que limpiaba el sótano de la abuela -dijo sobre la supuesta historia del jarrón récord- Probablemente nunca lo sabremos”.
Fue el ojo entrenado de Vincent el que lo rescató del olvido y reivindicó su historia. Jessica tenía experiencia en botellas de vidrio pintado, y esta pieza llamó su atención por su delicadeza.
Sus colores arremolinados la resultaron diferentes a todo lo que había visto anteriormente, y advirtió que provenían del propio cristal. Al llegar a su casa, Vincent publicó fotos del florero en grupos de Facebook, y de esta manera accedió a un grupo de especialistas en cristal de Murano.
El sello “Murano” en el fondo del jarrón comprado por Vincent es una referencia de origen a la isla de Venecia, famosa por su cristalería desde el siglo XIII. Entre sus creaciones más preciadas, se incluyen candelabros de cristal ornamentados y marcos de espejos, muy codiciados por la aristocracia europea.
Más adelante, se supo que el jarrón fue producido por la reconocida empresa de vidrio Venini, basado en el diseño original del arquitecto italiano Carlo Scarpa, fallecido en 1978.
Carlo Scarpa fue el diseñador de vidrio italiano más destacado de mediados del siglo XX. Y el jarrón protagonista de esta historia formaba parte de una serie que creó en 1942, llamada “Pennellate” (significa “pincelada” en italiano), y se hizo añadiendo vidrio opaco de color al jarrón a medida que fue volado.
Con esta información, Jessica Vincent se comunicó con Richard Wright, presidente de la Casa de Subastas Wright en Chicago. “En el momento en que vi su correo electrónico, supe lo que era y lo raro que era”, aseguró Wright.
El florero es una colaboración de Carlo Scarpa con un maestro soplador que tuvo que traducir físicamente los dibujos del diseñador y arquitecto. Para conseguirlo, tuvo que girar el jarrón todo el tiempo, y al mismo tiempo aplicar delicados pinceles de color… con absoluta ligereza.
La casa de subastas Wright reconoció en la combinación de forma y color el origen único de esta pieza de diseño, y envió a dos especialistas en vidrio italianos a Virginia para confirmar la autenticidad del jarrón, un antiguo nuevo objeto de diseño sensación del año 2023.
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