La última jornada de la cocina celebró la creatividad, los sabores regionales y los clásicos reinventados, consolidando la propuesta de food design en cada plato.
El cierre de la segunda edición de la cocina de Puro Diseño reunió a chefs que llevaron la innovación a la mesa, mezclando tradición, técnica y estética en cada preparación. Dulce, salado y regional se encontraron para poner el broche final a una experiencia inspiradora.
Durante la jornada, las recetas destacaron por su presentación y combinación de sabores, mostrando cómo cada plato puede ser una obra de arte comestible que conecta diseño y gastronomía.
Agustín Kuran llevó a la cocina un cheesecake de mazamorra y chocolate blanco, algarroba y moras, un homenaje a los sabores de su región. Cada ingrediente fue seleccionado para destacar identidad local y tradición, pero reinterpretada con creatividad y estilo contemporáneo.
El resultado fue un plato que combinó estética y sabor, donde la textura cremosa del cheesecake y los tonos de los frutos crearon una obra de food design que reflejó innovación y respeto por lo regional.
Durante su segunda presentación en la cocina de Puro Diseño, Gonzalo Albarracín sorprendió con una tarta de chocolate y pochoclos, un plato que combinó la intensidad del chocolate con la textura crujiente del maíz, en una presentación que invitaba a probar cada detalle.
La receta demostró que la creatividad puede jugar con sabores y contrastes inesperados, logrando un equilibrio entre diversión, técnica y estética. Así, cada bocado fue una experiencia que despertó los sentidos y la imaginación del público.
Gustavo "Teru" Teruel cerró la tercera jornada de cocina con su versión del Victoria sponge cake, un clásico que brilló por su presentación, equilibrio de sabores y cuidado estético. Una receta que sin dudas transformó lo tradicional en algo contemporáneo y visualmente atractivo.
Cada capa, crema y decoración fue pensada para resaltar textura y color, demostrando que incluso los platos más reconocidos pueden reinterpretarse con creatividad y atención al detalle, convirtiendo cada porción en un pequeño homenaje al food design.
Detrás de cada plato hubo una puesta pensada en cada detalle. Desde los utensilios y productos hasta la ambientación del espacio, los aliados que acompañaron la cocina de Puro Diseño hicieron posible esta experiencia, sumando calidad, innovación y estilo a cada jornada.
En su segunda edición dentro de La Rural, el color de la cocina estuvo a cargo de Sinteplast. Con más de 67 años de experiencia en el rubro, su pasión por crear y mejorar fue clave para dar vida a un espacio atractivo, lleno de vitalidad y calidez, ideal para recibir al público entre recetas y degustaciones.
Previamente, durante la primera jornada del fin de semana, la cocina de la Feria Puro Diseño se llenó de sabor y aroma de la mano de Diogo, coffee master, y El Gordo Cocina, chef invitado. Juntos, sorprendieron con una receta exclusiva desarrollada especialmente para Oster, utilizando sus productos estrella. La experiencia fue completa: café, cocina en vivo y el toque único de dos referentes gastronómicos que hicieron vibrar a los presentes.
También estuvo presente Arredo con su Colección Primavera-Verano, inspirada en quienes disfrutan crear y habitar el hogar, con nuevos diseños de Los Naranjos -Fundación que impulsa el desarrollo de jóvenes en situación de vulnerabilidad social a través del oficio de la cerámica- en platos, bowls y bandejas con sello artesanal, y nuevas estampas en textiles de cocina.
En la zona de lavado, FV aportó diseño, innovación y calidad con sus griferías, que combinan estética, tecnología y funcionalidad para mejorar cada espacio del hogar. Con más de un siglo de trayectoria, la firma continúa evolucionando junto a las tendencias, sin perder su esencia.
No hay nada mejor que cocinar en un espacio donde cada detalle inspira. Por eso, Perfecto Impermeable, de la línea de adhesivos de Cementos Avellaneda, acompañó la cocina de Feria Puro Diseño. Ideal para azulejos, cerámicos tradicionales o esmaltados, baldosas calcáreas, de granito o pétreas, garantiza una colocación duradera y prolija.
El detalle que marcó la diferencia llegó de la mano de Volf, con una selección de vajilla que sumó textura, color y encanto a cada plato. Pequeños gestos de diseño que transformaron las recetas en una gran experiencia visual.