El diseño como actitud es un libro que reúne ensayos de Alice Rawsthorn, y en él la prestigiosa especialista revela algunas claves del diseño contemporáneo y expresa su impacto y sentido en la sociedad actual.
Usabilidad de los objetos, el regreso a lo artesanal en el medio del entorno digital y el poder femenino como nuevo eje de influencia en la disciplina son algunos de los trendig topic del diseño según Alice Rawsthorn.
Y agrega la tensión entre la aparición de unos objetos y amenaza para otros, el desafío del medioambiente y el debate entre diseño y arte.
La crítica británica instala el concepto de “diseño actitudinal”, que es la “actitud de inventiva y capacidad”.
Alice Rawsthorn plantea un escenario de época de compulsivos cambios en todos los frentes, y destaca que las nuevas generaciones de diseñadores emplean las herramientas digitales para conseguir sus objetivos sociales, políticos o ecológicos. En particular, destaca el empoderamiento digital de una nueva ola de diseñadores africanos.
Alice Rawsthorn se consolidó como crítica de diseño y escritora con influencia global desde su columna semanal en el The New York Times que escribe desde hace más de una década.
Entre 2014 a 2017 firmó también la columna “By Design” para la revista Frieze, y entre los libros de su autoría, se destaca “Hello World: Where Design Meets Life”.
En el prólogo del libro apunta que lo heredó del libro, Vision in Motion (Visión en movimiento) de László Moholy-Nagy, una mirada optimista y poderosa sobre el diseño y su potencial para crear un mundo mejor.
“Diseñar no es una profesión, sino una actitud”, es la frase de László Moholy-Nagy que Rawsthorn retoma.
“La idea del diseño y de la profesión del diseñador debe transformarse de su concepción como una función especializada, en la de una actitud general válida de inventiva y capacidad, que permite ver los proyectos no de manera aislada, sino en relación con las necesidades del individuo y de la comunidad -escribió Moholy-Nagy- Todos los problemas del diseño convergen, finalmente, en un único gran problema: diseñar para la vida”. Más precisamente “crear objetos nuevos para la vida nueva”.
La autora de El diseño como actitud asegura que su intención es “retratar una época estimulante pero intensamente complicada para el diseño, en la que la propia disciplina y el efecto que causa en nuestra vida están cambiando de manera drástica”.
Y agrega: “Dado que el diseño ha adoptado tantísimos significados en épocas diversas y en contextos variados y que ha dado pie a confusiones y clichés, me parece que tiene sentido empezar por definir lo que yo creo que es. El diseño, con todas sus múltiples apariencias, siempre ha cumplido un papel elemental como agente de cambio que interpreta las variaciones de todo tipo —sociales, económicas, científicas, tecnológicas, culturales, ecológicas o las que sean— para garantizar que nos afecten de manera más positiva que negativa”.
“El diseño como actitud se adentra en cómo desempeñan ese papel los diseñadores, profesionales o no, en unos tiempos extraordinariamente turbulentos y a menudo peligrosos, en los que nos enfrentamos a cambios de una velocidad y una escala sin precedentes”.
Más información: purodiseno.lat