El sábado 4 de noviembre Boca Juniors y Fluminense disputarán la final del torneo de fútbol más importante de Sudamérica. Antes del partido… 7 cosas que tenés que saber sobre cómo se hizo la Copa Libertadores, su diseño y sus modificaciones a través del tiempo y los campeones.
Boca Juniors de Argentina y Fluminense de Brasil jugarán la final de la edición 2023 de la Copa Libertadores, y el ganador se llevará el más ansiado trofeo del máximo torneo fútbol continental.
Levantarla es un momento histórico, y antes de que vuelva a suceder -en el mítico estadio Maracaná de Rio de Janeiro-, conocé 7 datos sobre la Copa Libertadores, cómo se hizo, el diseño y el rediseño del trofeo más deseado -la obsesión- de los equipos Nº1 del fútbol de Sudamérica.
Desde hace 57 años, la Copa Libertadores es uno de los trofeos de fútbol más emblématicos del mundo, y el más preciado por los equipos de Sudamérica, y en algunas ediciones también de México.
En 1959, el peruano Teófilo Salinas -miembro del comité ejecutivo de la Conmebol- encargó a Alberto de Gasperi, inmigrante italiano que administraba la Joyería Camusso en Lima, Perú, la elaboración del trofeo que se entregaría al campeón del torneo.
La primera versión de la Copa Libertadores se confeccionó con piezas de plata esterlina. Su figura principal era una esfera que representaba a la pelota de fútbol sobre la que se atravesó un listón con la leyenda “Copa Libertadores”. Y en la parte superior se colocó la figura de bronce de un futbolista pateando la pelota.
La base de cedro original tenía espacio para colocar 18 placas de campeones.
A lo largo de la historia de la Copa Libertadores hubo tres versiones del trofeo debido a que dos copas se entregaron a los clubes que se coronaron campeones tres veces consecutivas: Estudiantes de La Plata (1968, 1969 y 1970) e Independiente (1972, 1973 y 1974).
La Copa Libertadores de América pesa 10.25 kilos y mide 98 centímetros de altura (63 son de plata 925 y 35 de madera de cedro).
En la base del trofeo tiene diferentes placas, cada una dedicada a los equipos que ganaron el torneo.
Dos chapas de Boca -las de las competiciones de los años 1977 y 1978- están hechas de oro de 14 y 24 kilates respectivamente.
Hubo una modificación de la Copa Libertadores en 2009, a cargo de la empresa Alzaimagen de Chile, y en esa ocasión se ordenaron la placas para darles una nueva imagen. Desde 2009, en la placa del equipo campeón -a la izquierda del escudo- se incluye la ciudad y el país de origen, además del año de la obtención del título.
El trofeo original tenía lugar para 18 placas de campeones. En 1977 se tuvo que agregar espacio para una línea más y se reubicaron las anteriores. En 1983 agregó una columna más, y se volvió a modificar en 1994 y en 2004.
La Copa Libertadores actual tiene suficiente espacio para ser llenada hasta la edición de 2031.
En 2022, la Copa Libertadores fue rediseñada, y las modificaciones estéticas, de estructura, materiales y símbolos apuntaron a recuperar un aspecto mucho más similar al trofeo original.
“Desde 2004, edición que ganó el Once Caldas, el trofeo se fue deteriorando y destartalando con los festejos. Cuando asumí la presidencia de la Conmebol, me propuse como una meta personal restaurar a su versión original esa Copa que significa tanto para el fútbol sudamericano. ¡Misión cumplida! Aquí está nuestra gloriosa Libertadores, tal como fue concebida”, explicó Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol.
El nuevo modelo la Copa Libertadores volvió a ser de plata (había pasado al acero), el jugador que está en la cima patea con la pierna derecha y no con la izquierda, se modificó la base de la esfera y la decoración en el cuerpo y volvió a tener molduras.
Entre otra tareas, se reacondicionó la base de madera y las chapas de campeón que los clubes fueron agregando durante los años.
La restauración de la Copa Libertadores fue realizada por Platería Camusso, con sede en Lima, Perú, la misma empresa familiar que realizó la primera versión.
Un símbolo destacado de la Copa Libertadores 2023 -la primera para Fluminense o la séptima para Boca- son las asas tipo “orejas” de la copa que tienen unas escaleras, que representan un estadio, la tribuna y la cancha en su parte plana.
“Se ve una circunferencia que representa al mundo -explica el diseño del trofeo Carlo Tonani Camusso, encargado de liderar el trabajo de restauración de la Copa Libertadores- El jugador que representa al futbolista latinoamericano encima del mundo”. Y su columna vertebral eleva al juego latinoamericano a un nivel mundial.
“Todo está conectado y tiene una representación, un simbolismo”, concluye Camusso.
El jugador de la Copa Libertadores original no estaba pateando un penal, sino que estaba sacando del medio, para comenzar el partido.
La Conmebol estableció que un equipo puede quedarse con el trofeo si gana tres torneos consecutivos. Al resto se le otorga una réplica oficial para que tenga en sus vitrinas.
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