Conocé los expedientes secretos de @laboca1979 y el testimonio clave de su autor, Juan Maresca, el artista y diseñador gráfico, que contó toda la verdad a Puro Diseño.
Actividad Paranormal: en una casa en La Boca, alguien encontró tres cajas llenas de fotos con evidencia de un encuentro cercano de extraterrestres con miles y miles de tipos, fanáticos del Club Atlético Boca Juniors, en 1979.
El gobierno niega tener conocimiento… Pero “vinieron al barrio, se hicieron hinchas, fueron felices y fuimos felices”. El testimonio pertenece a Juan Maresca, el testigo #1 de “los expedientes La Boca 1979”, la clave para revelar el misterio detrás de la cuenta en Instagram que multiplica seguidores con cada evidencia que comparte: imágenes generadas por IA y photoshop, collages y tapas de revistas que muestran y cuentan, revelan y comparten lo que fue la llegada de seres de otros planeta a la República de la Boca, a fines de los años 70.
Nació en 1971, en La Boca, el barrio cuyos colores pintan el retrato y escenario de su vida, en todas partes: en Argentina, en Brasil, donde estuvo 14 años (en San Pablo) y ahora en Italia. Y en una galaxia muy lejana también.
Alguna vez, Juan Maresca fue pintor. También estudió Diseño Gráfico, de la casa a Ciudad Universitaria -en el 33- y de Ciudad Universitaria al vacío de abandonar la carrera, aprovechando la destrucción casi total de una maqueta que había hecho durante casi cinco días sin dormir, en una brusca frenada del colectivo.
“Decidí dejar la carrera porque estaba convencido de que en esa época no iba a ganar dinero como artista, y entonces me fui a estudiar Administración de Empresas en la UBA, una carrera que sufrí muchísimo pero terminé”.
Con ese título frío bajo el brazo comenzó a trabajar en publicidad, al principio en zona restringida de creatividad por su formación. “Durante mi vida, trabajé sin interrupciones en el mundo de la industria publicitaria -cuenta a Puro Diseño, y se confiesa- Siento como que fue una época de prostitución como artista, y lo hice por más de 30 años”.
Todo estos acontecimientos sucedieron tiempo después de los hechos revelados en @laboca1979…
Más adelante, Juan Maresca trabajó en investigaciones de consumidores, de medios, de formatos; también comenzó a desarrollar estrategia y planning, y con esos tickets de innovación en la mano viajó a una docena de países y se detuvo en Brasil donde abrió su propia agencia, MariaSãoPaulo, hace ocho años.
Su próximo destino fue Italia, y más allá… en algún lugar del universo que recibió otra vez -como en su adolescencia- el llamado del arte, sin imposiciones comerciales ni restricciones de este mundo físico, de tiempo y espacio. Literal.
“A mi me gusta crear, y hacerlo en forma polifacética: escribir, dibujar, pintar, hacer serigrafías, y últimamente me entusiasmé mucho experimentado con la inteligencia artificial -cuenta Juan Maresca- Al igual que Miguel Ángel, que se elevó a las alturas usando una técnica ingeniosa, y pudo pintar la Capilla Sixtina, yo también decidí tener mi propio hardware y aprovechar la tecnología en beneficio de mi expresión artística, abriendo nuevas posibilidades y horizontes. La AI me regaló una posibilidad de desbordarme completamente hacia mi imaginación de una forma rápida e increíble”.
Bajo la influencia del arte pop y la pintura del Renacimiento y con los colores del barrio de La Boca y su icónico club -en la sangre- Juan Maresca -también conocido por una original muestra sobre el nacimiento de Perón y Evita ¡en Brasil! y de Getulio Vargas (en Argentina)- creó desde Italia, la historia de los extraterrestres que llegaron a La Boca en 1979, y fueron millones de hinchas azul y oro.
Su identidad “xeneixe”, “bostera”, de “boquita” es casi todo en el proyecto #laboca1979 que conquista Instagram, pero el todo es su patria de la niñez. “Es simplemente añoranza de la infancia, de los amigos, de lo hermoso que fue esa época donde estábamos todo el tiempo en la calle. Cada post y cada historia no deja de ser eso: un recuerdo cariñoso del pasado”.
¿Porque extraterrestres en La Boca… en 1979?
De chico me encantaba la ciencia ficción, Star Wars, Darth Vader… También leía Lovecraft y llegué a dormir con la luz prendida del miedo que me daban sus monstruos. Pero este proyecto es diferente, porque no hay miedo ni hay terror. La Boca 1979 es una historia de amor, de amor a lo distinto, donde todos vivimos juntos, unidos, sin peleas, porque existe un amor mayor, que es la comunidad, los vecinos y el club. La Boca siempre le abrió la puerta a todos, y este es el gran mensaje frente a tanto odio que se genera hoy. Y es en 1979 porque me puse a pensar que a mis 8 años era muy inocente y quise poner esa época.
En el fondo, todo el proyecto es un oasis, un poquito de agua en el desierto de la mala onda. También se podría decir que son Fake News, pero fake news buena onda.
Juan Maresca cuenta su vida y su obra -que incluyó una muestra para la que pintó a casi todas las vírgenes de toda América Latina mientras viajaba por trabajo- desde Italia, país al que llegó por motivos laborales de su mujer, con quien tiene una hija.
¿Por qué decís que “el arte es popular o nada”?
Tengo la idea de que toda pared de una casa, ya sea el living, un pasillo, un cuarto, inclusive un baño, merecen tener arte. Mejor un arte de tu hijo de seis años que un póster de Van Gogh. Me gusta lo original, la pieza única, firmada, de quien sea. Prefiero el arte en las calles, en los barrios, en las casas, donde la gente vive, respira y ama, antes que en un museo frío y muerto. Esa es la idea del arte que tengo.
Y cita a Stephen King: “Yo soy a la escritura lo que McDonald´s es a la comida. Y para mi eso es genial”. ESO.
“Yo también elegí lo popular en todo el abanico que existe del arte. Desde Bansky a Miguel Ángel, de Warhol a Picasso, lo popular me llega, me atraviesa, como ir a la cancha de Boca me atravesaba en todas las emociones y sentidos: cantar todos juntos, vibrar, abrazarnos por un gol, o tirar las llaves de casa cuando perdimos con Newell´s. Y al final, el arte si no genera sentimientos ¡no es nada!
¿Creés en la existencia de vida extraterrestre?
Seguro que existen. No creo en la soberbia del iluminismo de decir que el ser humano es el ser más inteligente de la tierra y por eso debe dominarla. Esa idea, además de destruir todo nuestro planeta, coloca al ser humano en el centro del universo: una soberbia que roza lo surreal. Si creo que no sabemos nada y que no podemos asegurar nada de nada.
La Boca. Año 1979. No estamos solos. Llegaron los extraterrestres, y entre ellos y cientos de miles de hinchas de Boca también están Warhol, Modigliani, Picasso, Bowie, las marcas de la época y las revistas de la épica del periodismo gráfico de entonces: las revistas Gente y Billiken, Siete Días y Pelo, “la Biblia del rock argentino”.
“Podés seguir desde el primer post que puse en Instagram, o desde donde quieras. Son cuentos cortos, sueltos, con comienzo, medio y fin. Pero también existe una narrativa lineal de todo lo que pasó ese año”.
Juan Maresca crea las imágenes utilizando la AI de MidJourney, y la otra mitad del proyecto es su habilidad en el manejo de photoshop para hacer retoques, detalles, colores, y todo lo que sea necesario para ajustar la imagen y dejarla verídica, atractiva, fascinante, hermosa… viral.
Al momento de publicar esta nota, la cuenta @laboca1979 acababa de superar los 7.000 seguidores, y subiendo. “Hace unas semanas una jueza de Estados Unidos dijo que las imágenes generadas por AI no pueden tener copyright. A mi eso no me importa -asegura Juan Maresca- Yo no quiero copyright. Quiero que la gente las use, las imprima, las ponga donde quiera”.
¿Qué está haciendo de La Boca 1979 un fenómeno de culto y un boom viral: fueron los extraterrestres o fue Boca?
Gran pregunta. No lo sé. Yo hice esto para mi y mis amigos, 30 o 40 personas, y ahora hay 7.000 personas que ni conozco que me escriben unos mensajes hermosos y que entendieron perfectamente la idea del proyecto. Si fueron los extraterrestres o fue Boca… te respondería que fue el cuidado de la idea, el cariño a la idea. Elegí el amor como valor porque es un valor universal y aceptado por todos. Y quizás ese valor sea el suceso del proyecto, junto al gran cariño y cuidado que tengo cuando trabajo cada imagen y texto.
¿Es un proyecto solo para Instagram o tendrá alguna otra plataforma de exhibición?
Mucha gente dice que debo exponerlo y muchos otros que haga un libro. No lo sé. Por ahora quiero hacer un año de posts en Instagram, hasta revelar por qué se fueron. Después, no sé qué puede salir de todo esto. Me encantaría exponerlo en el club, en el barrio o en el Museo Quinquela Martín. Y vender las obras y donarlas a alguna institución. Que sea popular, porque si no es popular, ¡no es nada!
Más información: purodiseno.lat