La diseñadora Sanna Völker invitó a distintos diseñadores de muebles y objetos con sede en España a reflexionar sobre este tiempo de cuarentena y a conectarse con su entorno inmediato a través de un desafío: armar una pieza usando exclusivamente materiales y colaboradores que se encuentran en el radio cercano a sus hogares. A no más de 1 Kilómetro.
La mirada vuelve a lo cotidiano, como el de Paula Zuccotti sobre los imprescindibles en cuarentena.
Lo hizo a partir de Km Zero, un proyecto que tiene como objetivo fomentar el análisis y la comunión a pesar de las distancias y el confinamiento.
Los diseñadores convocados tuvieron que materializar sus experiencias e impresiones en una pieza que represente las limitaciones y posibilidades de la situación actual.
NO2 DE PAULA CLAVERÍA
Paula Clavería hizo una pieza introsepctiva a partir de materiales encontrados en patios de viviendas de dos barrios de Madrid, Lavapiés y de La Latina.
Omayra Maymó creó un taburete con madera encontrada en taller de tableros y molduras cercano a su casa. Los listones de madera crean la estructura y le confieren el estilo rústico.
La dupla del equipo del estudio de arte y diseño Turbina usó barro cocido, tierra y piedras para montar este banco.
El plato y el cuenco abandonan su primera funcionalidad y funcionan como cápsulas del tiempo.
El diseñador Issacc Piñeyro trabajó la madera con ayuda de un carpintero conocido de su zona y desarrolló este banco petiso.
Pensó en una base curva que le permitiera al usuario mantener una buena postura.
Julia Esqué armó una serie de tres piezas que pueden inclinarse sin perder el equilibrio. Cada una surge del corte en diagonal de un tubo más largo.
La diseñadora reflexiona sobre la belleza potencial de los materiales industriales.
Sara Völker es de origen sueco pero trabaja entre España y los países nórdicos. Es profesora de diseño de producto y mobiliario en el Istituto Europeo di Design (IED), en Barcelona.
Sus proyectos buscan un equilibrio entre la crudeza y el refinamiento, la armonía y la intriga. Dibujan referencias a la arquitectura y el brutalismo.
Km Zero es su último trabajo y afirma su inquietud por explorar qué pasa con la creatividad cuando los recursos y las posibilidades están acotados. Los resultados muestran que se expande, aún en tiempos tan críticos.