La fortaleza de Neuschwanstein, Alemania, se replica en un clásico de Walt Disney y en la construcción de los edificios principales de sus parques temáticos.
Si la consigna fuera “decir que la película es de Disney sin decir que la película es de Disney…”, solo basta con exhibir la secuencia del logotipo del castillo de cuento de hadas para que la magia empiece a funcionar…
Es la silueta de un castillo real: la fortaleza de Neuschwanstein, Alemania. Y su fachada enamoró e inspiró tanto a Walt Disney que la replicó como logotipo de sus estudios cinematográficos, como escenario principal de uno de sus películas de princesas más icónicas y hasta construyó dos edificios a su imagen en sus dos parques temáticos en Estados Unidos.
En esta nota, 7 datos sobre “el castillo de Disney” (o el castillo de Neuschwanstein)
Para conocer al verdadero castillo de Disney hay que viajar a Alemania, más precisamente, al estado de Baviera, en la localidad de Schwangau, cerca de Füssen.
En medio de la cordillera de los Alpes, entre montañas y espectaculares lagos, la fortaleza de Neuschwanstein es un símbolo de uno de los destinos más populares de Alemania y de Europa, admirada por su riqueza arquitectónica y su estilo singular de estructuras y tonalidades.
La fortaleza que luego se identificaría como “el castillo de Disney” es una de las obras de arquitectura más representativas del siglo XIX y del estilo bizantino y romántico.
Había una vez… El castillo de Neuschwanstein fue un sueño -una obsesión- del rey Luis II de Baviera, apodado “Rey loco”, que mandó a construir -deliberadamente- una fortaleza que pareciera sacada de un clásico de la literatura de hadas, reyes y princesas, e inspirado en los héroes de la mitología germánica, como Parsifal, Sigurd y Lohengrin (el “Caballero del Cisne”).
Neuschwanstein fue construido al estilo de los castillos de caballeros medievales que Luis II conoció durante sus viajes al castillo de Wartburg, cerca de Eisenach, y al castillo de Pierrefonds, en Francia.
El nombre original del castillo sería “Nuevo Palacio de Hohenschwangau”, y su construcción comenzó en el año 1868.
Luis II de Baviera no pudo ver completado su sueño (falleció en 1886, antes de la finalización de las obras), y tras su muerte, sus herederos continuaron la obra bajo el nombre actual de Neuschwanstein.
Paradojas del destino: el castillo se abrió al público unas semanas después de la misteriosa muerte de Luis II. Y lo que el rey había construido como refugio privado en busca de soledad, se convirtió en una atracción pública.
El castillo de Neuschwanstein no parece tomado de un cuento de hadas… ¡Es de un cuento de hadas! Y su réplica animada más o menos exacta forma es clave en la película “La Bella Durmiente” (1959).
Las habitaciones y jardines del histórico castillo alemán inspiraron a Walt Disney en la creación de la escenografía principal de una de sus películas más populares de todos los tiempos.
Tiene 200 habitaciones distribuidas en varias edificaciones individuales que se extienden alrededor de 150 metros de longitud.
Su estructura y fisonomía fantástica es el reflejo de lo que se imaginó Luis II de Baviera, repleto de torres, torrecillas de cuento, almenas, ventanas, esculturas y chimeneas decorativas.
Entre sus 200 habitaciones, se destacan la Sala del Trono, de 13 metros de altura, la Sala de los Cantores, y el dormitorio del Rey y la capilla, de estilo neogótico.
El Castillo de Neuschwanstein, en Baviera, Alemania, no hubiera llamado tanto la atención si no fuera por el entorno natural de los Alpes bávaros que forma parte esencial de su telón de fondo natural y su impactante belleza.
Tal icónico como el propio castillo es el saliente rocoso con vistas al desfiladero de Pöllat en el que se sitúa que le otorga una posición y punto de vista privilegiado sobre el valle. Todo está reflejado en el legendario logotipo de Disney.
El castillo de Neuschwanstein, caracterizado por sus puntiagudas torres que forman parte del diseño del logotipo de Disney Studios, también inspiró a Walt Disney para crear los castillos de las princesas Disney en sus parques temáticos: el Castillo de la Cenicienta en Magic Kingdom, Orlando, Florida, y el Castillo de la Bella Durmiente en Disneyland, Los Angeles, California.
Las torres cilíndricas, tal como las del castillo de Neuschwanstein, se replican sobre todo en el castillo de la Cenicienta.
El compositor Richard Wagner, una de las figuras más importantes de la historia, fue uno de las personalidades más destacadas -influyentes- en la trayectoria de la fortaleza más adelante conocida como “el castillo de Disney”.
A través de sus famosas óperas, Richard Wagner inspiró numerosas pinturas que se encuentran en el interior del castillo de Neuschwanstein.
El idílico castillo de Walt Disney tuvo un episodio oscuro al ser usado como cuartel general de las tropas alemanas de Hitler y también como depósito nazi de piezas de arte y colección robadas.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los aliados recuperaron más de 20.000 obras de arte y otros objetos saqueados por los nazis. Y muchos de ellos estaban guardados en el castillo de Neuschwanstein.
Este capítulo en la vida del castillo forma parte de la película “Operación Monumento” dirigida por George Clooney.
El castillo de Neuschwanstein puede visitarse a través de visitas guiadas coordinadas previamente (www.hohenschwangau.de), todos los días, entre las 9 y las 18, según la época del año.
Más información: purodiseno.lat