Algo nuevo y algo usado que funciona y sigue. Estas son algunas de las claves -estilos y colores, inspiraciones y conceptos- del interiorismo de la temporada que viene.
Es tiempo de balances y también momento de mirar hacia adelante para ver qué hay más allá. De eso se tratan las tendencias, y en decoración lo que viene en 2023 son cosas nuevas y algunas que se mantienen de 2022 y ratifican su impacto.
La sostenibilidad es el nuevo paradigma del diseño, la arquitectura y la decoración y la utilización de materiales naturales y objetos confeccionados mediante oficios y técnicas artesanales se imponen por encima de todo.
Y si no se hacen de esta manera, entonces la consiga es reciclar, restaurar y recuperar, y así reivindicar objetos y piezas vintage que vuelven a tener una nueva oportunidad para lucirse en nuestros hogares.
La clave son los métodos de fabricación artesanales y la recuperación de maderas o procedentes de bosques de gestión forestal. Y en el mismo sentido, se consagran materiales tradicionales y nobles, como los textiles de algodón, terciopelo, lana, además de cerámica cruda y piedra.
La iluminación natural y las plantas llegaron a los hogares en la postpandemia, y llegaron para quedarse. Y si no es natural, los expertos en interiorismo apuestan a la iluminación artificial cálida y leds.
Las plantas de interior son purificadores naturales del aire y además tienen un alto valor decorativo. La recomendación es elegir especies fáciles de cuidar, vistosas y adaptables a los diferentes ambientes.
Una tendencia que se impuso en 2022 y que seguirá en 2023, con sus formas redondeadas y en arcos.
Mobiliario curvo y en forma de media luna, alfombras circulares, siluetas orgánicas y puertas y ventanas con suaves terminaciones arqueadas estarán arriba en los apuntes de las reformas del año que viene.
La reconocida casa WGSN Fashion impuso esta tonalidad, un morado pastel que transmite calma y emana alegría.
Además, del lavanda digital otros colores que serán tendencia: canela, berenjena, verde oliva, colores tan intensos como cálidos. Y los neutros y grises, como marrón y terracota.
Como contrapartida a la era de lo natural y sustentable, también emerge una tendencia que realza el lujo, a través de tejidos sofisticados, texturas estridentes y toques de glamour en el escenario doméstico.
Por eso, los decoradores elegirán metales cálidos, en mobiliario y objetos, y apostarán a los herrajes que, sin sobrecargar, le pondrán un poco de brillo a las viviendas.
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