Se calcula que hay más de 6000 tapas de hierro intervenidas en todo el país. Hay paisajes, personajes e imágenes que retratan la cultura nipona.
Para quien sabe mirar, la belleza está a los pies. Literalmente y en el lugar menos pensado.
Al menos es así para el fotógrafo S. Morita que desde hace años recorre distintas zonas de Japón para recopilar las artísticas tapas de alcantarillas que hay por todo el país.
La idea surgió desde el Estado: a partir de 1985 se les permitió a los municipios que puedan intervenir las tapas de sus ciudades.
El objetivo era volverlas más atractivas y que los contribuyentes pagaran de mejor gana los impuestos que financian proyectos de alcantarillado.
A partir de este primer permiso surgieron concursos que encendieron los radares creativos. Todos compiten para tener los mejores de diseño.
Las tapas de hierro se funden con el color y el cemento.
Se calcula que actualmente hay una 6000 tapas intervenidas en todo el país. Hay árboles, paisajes, diseños florales, aves y personajes legendarios.
Una verdadera exposición a cielo abierto, que también habla de la cultura de un país.