Detrás de todo producto, siempre hay una historia para contar. El stand debería narrarla conceptualmente, de modo atractivo o simplemente expresarla en imágenes, personalizando el producto. Le imprime un plus, llama la atención y más si es el propio autor o diseñador el que toma la voz. Si hay texto, éste debe ser corto, atractivo y efectivo.
Construir una atmósfera conforme al relato de modo que sea atractivo para el cliente, que se sienta cómodo en el espacio. Debe tener un efecto sorpresa, un toque: algo que haga que quien pasee por una feria o un salón detenga la mirada y lo reconozca de inmediato.
Los materiales deben ser de buena calidad y confección. Sin embargo, lo más importante en el uso de un material es la creatividad que se logra con él, el modo distinto de exhibir, la forma de presentar al producto, de imprimirle fuerza a través de una instalación bien pensada.
Eliminar todo aquello que es anecdótico, que es relleno, lo que distrae, el exceso de color que compite con el producto, los textos que nadie lee, los videos que nadie mira, las macetas con plantas en los rincones, las carameleras oportunistas, los cuadros descontextualizados, el abarrotamiento de stock y todo aquello que no suma positivamente a resaltar el producto. El lema clave: ”Menos es más”.
Se debe notar que hay trabajo, investigación, experiencia y un propósito detrás de un diseño. Siempre será un buen respaldo para fortalecer y darle credibilidad al producto.
Vos sos la cara visible de tu marca. Tu buena presencia y predisposición son fundamentales para que el cliente quiera acercarse al stand.
La imagen de tu marca deberá estar anclada en el diseño gráfico y expresar claramente las bondades del producto. Impresa en tarjetas, flyers, listas y en todos los elementos gráficos necesarios, generará que perdure el recuerdo del producto más allá del evento
La comunicación visual, funcional y emocional debe generar una experiencia inolvidable en el cliente y transformar esa experiencia en una venta.
Antes del evento activá enlaces en redes sociales, anunciá tu participación e invitá a tus clientes. Durante el evento accioná la venta directa, promocioná y aprovechá el contacto directo. En el después, recopilá todos los datos, generá un listado y seguí vendiendo con el empuje del evento.
Bien exhibido, destacado, tratalo como si fuese una joya dentro de su perfecto packaging. Dale impronta, significalo, que impacte en su propia vidriera. Que no escape a la escena, que brille por su concepto y que muestre la imagen que corresponde a su esencia. Buscá un estilo moderno, o vintage o minimalista o un mix que sea amigable con el producto. Un producto bien exhibido atraerá al cliente correcto.