La diseñadora suiza Sarah Harbarth encontró en las cáscaras de bananas una materia prima con gran potencial de diseño.
Al material, que es completamente compostable, lo llamó Kuori y lo usó para crear distintos objetos cotidianos, desde marcos de anteojos hasta mallas de relojes y suelas de zapatos.
Durante su tesis de licenciatura en el Instituto de Diseño, la diseñadora se preguntó por qué no desarrollar productos que de la naturaleza y retroalimentarlos en su ciclo natural. Aprovechando además, la esencia del material: la textura y colores propios.
¿Por qué no?, pensó también eliminar los microplásticos con solo caminar. La mayoría de las suelas de los zapatos están hechas de plástico no ecológico y ocupan el número 7 en el ranking de abrasión de microplástico.
El primero son los neumáticos de autos.
La diseñadora asegura que el material se puede procesar de diferentes maneras dando lugar a un cuero vegano, con características similares al animal.
Las capas se pueden coser, son resistentes al agua, se pueden pegar, colocar una encima de otra y perforar.
La suela del zapato resultante es muy elástica y vuelve a su posición original enseguida.
El material se vertió en un molde y luego se endureció. Por ahora, todo está en proceso de experimentación y sólo usaron desechos de la industria bananera suiza. Pero el potencial es enorme.
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