¿Dan ganas de ir a dar una vuelta, no?. Elegante, de líneas finas y depuradas: así es la última conquista de Ferrari. El deportivo se llama Roma y evoca justamente a la capital italiana, cosmopolita y fascinante. La recuerda durante sus años 50 y 60, en su estilo placentero y despreocupado de vivir, "la dolce vita"
El diseño de Roma es completamente minimalista. Los creativos evitaron cualquier detalle extra que lo alejara de este concepto y se ocuparon de realzar los volúmenes puros y la armonía.
Ferrari Roma actualiza y le otorga un sello moderno a los autos que la marca lanzó allá por los años 60: vehículos de formas simples pero sofisticados y con motor central delantero. Las proporciones y el estilo refinado, aseguran sus creadores, disfrazan la potencia y deportividad que caracteriza a la firma.
La parte frontal también es sobria y parece esculpida en un único bloque de metal.
En el interior se ubica una única pantalla digital de alta definición (de 16 pulgadas) que está inclinada hacia el lado del conductor para facilitar el manejo. Además, integra un centro multimedia (que privilegia la información y el entretenimiento) y una computadora para el copiloto, que también, permite una vista amplificada y gestionar la climatización interna.
El mapa de navegación se puede visualizar en tamaño XL para que sea el trayecto sea una experiencia única.
Otra característica atractiva es que desaparecen por completo los botones físicos: la apuesta es por los mandos táctiles.
Está pensado para que viajen cuatro personas (dos adelante y dos atrás) y el baúl se disimula, aunque tiene capacidad. Con la aplicación de tecnología se redujeron las dimensiones de las luces traseras.
Ferrari Roma tiene 8 velocidades y puede alcanzar una velocidad máxima de 320 km por hora.
¿Algo más?: tanto el bastidor como el chasis logran reducir el peso y lo convierten en un auto liviano, con capacidad de respuestas optimizadas y dinámica de manejo. Todo lo que tiene que tener para permitir una experiencia única.