"¿Qué materiales más sostenibles que la madera y sus derivados se pueden utilizar como materia prima del diseño?" se preguntó el diseñador Ayse Yilmaz, fundador de la startup Ottan Studio y, como respuesta a esa inquietud creó diferentes líneas de productos a partir de hojas y desechos de alimentos que no se pueden consumir. Los que la industria desecha.
Las cáscaras de frutas y otros descartes de origen vegetal se transforman en diferentes muebles, objetos de uso cotidiano, lámparas y hasta paneles que recubren las paredes.
Ottan Studio busca crear un modelo de producción circular que se pueda aplicar en industrias diversas
El equipo del estudio recolecta desperdicios de alimentos (además de cáscaras de frutas, usan granos caducados, residuos vegetales y desechos de jardín como hojas de árboles o pasto de las empresas minoristas locales o productores) y los vuelven objetos útiles.
La mayoría de sus productos tienen múltiples usos y algunos de los materiales son impermeables y aptos para el contacto con alimentos.
Las escala de colores y texturas enriquecen estéticamente la propuesta.
Un ejemplo de lo que sucede cuando la sustentabilidad se une al diseño.