Aunque la gran mayoría conocía la existencia del home office, el hecho de haber pasado meses trabajando desde casa, generó que las expectativas de las personas sobre el lugar de trabajo, cambiaran radicalmente. La oficina ya no es una sucesión de escritorios, dispersos entre papeles, microondas y cables de computadoras. Cada vez más, los empleados se preocupan por estar en un ambiente seguro y atractivo y, a su vez, buscan ganar mayor control sobre dónde y cómo trabajan
Demandas y soluciones de diseño
Estas son algunas de las tendencias en diseño, que se ajustan a las demandas de los empleados.
Aunque la gran mayoría conocía la existencia del home office, el hecho de haber pasado meses trabajando desde casa, generó que las expectativas de las personas sobre el lugar de trabajo, cambiaran radicalmente. La oficina ya no es una sucesión de escritorios, dispersos entre papeles, microondas y cables de computadoras. Cada vez más, los empleados se preocupan por estar en un ambiente seguro y atractivo y, a su vez, buscan ganar mayor control sobre dónde y cómo trabajan.
Después de haber pasado tanto tiempo trabajando solos, los empleados buscan oficinas que sean beneficiosas tanto para el trabajo individual, como en equipo. Además de querer volver para recuperar las actividades grupales, muchos empleados quieren regresar por la capacidad de concentrarse y trabajar en un entorno profesional, algo que quizás no podían realizar desde sus casas, por el espacio limitado de un hogar o por las distracciones propias del entorno familiar.
Para eso, lo ideal sería mantener un equilibrio entre las necesidades del equipo y de las personas, de manera que la gente se sienta cómoda, tanto trabajando en colaboración, como por su cuenta. Así lo recominda la empresa Grupo(a)², expertos en muebles de trabajo y de oficinas.
2. De oficinas fijas a entornos flexibles
Ya no se trata de una disposición de oficinas estructurada y permanente. Ahora, los empleados piden que haya flexibilidad y movilidad, es decir, oficias ágiles que se transformen y se reinventen a la par de las personas y las organizaciones. En otras palabras, oficinas que cambien según sea necesario.
3. Ni 100% abierto, ni 100% cerrado
Previo a la cuarentena, en general, quienes realizaban trabajos individuales que requerían concentración y cierto grado de privacidad, elegían espacios más protegidos y cerrados. Quienes, en cambio, trabajaban frecuentemente en equipo, solían sentirse ahogados en salas cerradas y preferían entornos más abiertos, tanto por la sensación de flexibilidad como por la posibilidad de adaptar el espacio a las necesidades. Pero eso ahora no es tan categórico y la gente prefiere ambientes que no sean ni del todo abiertos, sino un equilibrio entre los dos. Por eso, otro de los desafíos del diseño de oficinas, será reinventar los espacios de colaboración, satisfaciendo ambas demandas.
Algunas opciones para crear estos ambientes, de la mano de Grupo(a)², son las pantallas divisorias 360, la Bike Chair y toda la línea BSafe.
4. Modalidad digital y física: la tecnología mejora la experiencia de trabajo
Las personas y las organizaciones adoptarán el trabajo híbrido desde el hogar y la oficina, los viajes serán menos frecuentes y, por lo tanto, la colaboración remota llegó para quedarse. De esta manera, se necesita crear soluciones para interacciones de video individuales y grupales que no estén limitadas a computadoras portátiles o teléfonos, así como para generar sistemas para compartir archivos que sea ágiles y rápidos.