Una columna que reflexiona sobre como la creatividad interviene en los procesos tecnológicos desde su concepción.
Creencias y etiquetas culturales nos hacen pensar a la tecnología como una disciplina estructurada, sistemática y repetitiva. Pero esto no es siempre así. La tecnología es una herramienta que requiere mucha creatividad, trabajo en equipo e innovación para lograr resultados disruptivos.
Así comienza su columna Mariano Fragulia, Chief Product Officer de etermax, sobre el mundo creativo detrás de las pantallas
¿Alguna vez pensaste quién fue la mente maestra que diseñó tu aplicación preferida? ¿Y cómo lo hizo? La respuesta es simple: combinando creatividad y tecnología.
La creatividad es la capacidad para inventar y crear nuevas ideas. Es una habilidad innata al ser humano que propone pensar fuera del molde. Combinándola con la tecnología podremos lograr cosas inimaginables.
¿Cómo hacerlo? Con la audacia de ir más allá de lo establecido, animándose a probar, equivocarse y volver a empezar.
En la industria de la tecnología son muchos los talentos que participan en este proceso. ¿Sabés quién hace los sonidos y la música de los juegos móviles?
Como ejemplo, en etermax, la empresa en la que trabajo, hay un estudio de música donde todos los empleados de la compañía tienen abierta las puertas para crear sonidos y divertirse siendo parte de las cortinas musicales.
Del mismo modo, en el proceso de creación y diseño muchos equipos creativos y de IT se convierten en las estrellas del detrás de escena de los juegos móviles. Son los Product Owner quienes sueñan alto e imaginan cómo va a ser el juego preferido de los usuarios.
Luego entran en escena los Product Artist, los responsables de personificar las creaciones a través del diseño gráfico, el arte y la animación del boceto inicial. Y por último, los programadores asumen la responsabilidad de dar vida a estas creatividades, convirtiéndolas en “juego”.
En este simple ejemplo, podemos saber que muchas disciplinas y perfiles interactúan para lograr un producto tecnológico. La clave es pensar qué quiere el usuario que no exista aún, es decir, qué aporte innovador podemos crear ofreciendo un valor agregado en el mercado y en la experiencia de cada persona que elije los juegos.
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