Comenzó como interiorista y tiene un posgrado en Sociología del diseño. A fuerza de una curiosidad innata y años de recorrer ferias y muestras de todo el mundo, se convirtió en una reconocida comunicadora de tendencias.
Gabi López ofrece cada año su Informe Anual de Tendencias, siempre ante auditorios repletos. Ella es especialista en color, y sus charlas, seminarios y presentaciones tienen siempre un componente artístico y resultan auténticas experiencias de diseño.
¿Qué se necesita para afirmar por dónde irán las tendencias en diseño, cuáles son los colores que se vienen y qué buscan hoy los consumidores?
Sin dudas, mucho registro de lo que pasa en cada feria, muestra o salón; pero también un olfato intuitivo y un buen manejo del termómetro social para captar (y traducir) lo que pasa en la calle.
Gabi López (@gabilopezinteriordesign) tiene estas cualidades, y las maneja con la misma soltura que muestra frente a un micrófono ante un auditorio repleto que espera que ella, cual oráculo del diseño, les cuente lo que vendrá.
Te conocimos primero como diseñadora de interiores, pero desde hace algunos años tu nombre se asocia a la investigación y comunicación de nuevas tendencias. ¿Saliste de la zona de confort, te reinventaste o conservás ambas facetas?
Creo que a medida que uno va creciendo, se tiene que dar la oportunidad de cambiar. Yo inicié mi carrera profesional como interiorista, fundé mi propio estudio en el año 2000 y nunca más paré. En ese camino, participar de Casa FOA me dio la posibilidad dejar volar mi creatividad con mucha más libertad; fueron tiempos muy enriquecedores: empecé a viajar por el mundo, a conocer distintos escenarios donde el diseño tenía formas de expresión muy diferentes. Y esa diversidad me atrapó.
La diseñadora de interiores sigue activa, solo que ya no está sola, sino que tiene que compartir esa pasión con otra faceta igual de atrapante que es la investigación, la comunicación y el pronóstico de tendencias de diseño global. Son dos áreas muy distintas pero que se retroalimentan.
¿Cómo es ahora ver las muestras y ferias como comunicadora?
Cuento lo que veo, pero de lo que elijo.Y no tiene que ser algo que necesariamente me guste, pero tiene que ser el resultado de un layout que responde al buen uso y a la función de los espacios. Intento capturar la historia que hay detrás de cada proyecto, el para quién, el por qué, el cómo fue el proceso. Me encanta entrevistar a otros diseñadores, porque hablamos el mismo idioma y compartimos la misma pasión.
Imagino que cada feria te deja en la cabeza un caudal de información tremendo. ¿Cómo depurás todo lo que ves para decir con certeza por dónde va la tendencia?
Junto a mi equipo formamos un observatorio permanente de tendencias que mapea las semanas de diseño más relevantes del mundo. Nunca paramos, ni dejamos de observar culturas, ciudades y comportamientos de las personas, en los 5 continentes.
Manejamos mucha información, con foco en arquitectura, diseño, arte, tecnología, belleza, moda, salud, alimentos y medios de comunicación. Pero en particular, soy especialista en Milan Desing Week, adonde voy hace más de 12 años, porque es la semana de diseño más grande e importante del mundo.
Con respecto a la metodología para elaborar tendencias, siempre fui muy intuitiva, y creo que los diseñadores somos seres muy sensibles, con una curiosidad permanente y una mirada entrenada. Por eso cuando algo disruptivo aparece frente a mi vista, es difícil que me pase desapercibido.
En 2018, cuando sentí que ya esto de analizar tendencias era más que una pasión momentánea, hice un posgrado en sociología del diseño, una especialización que dirige la dra. Susana Saulquin en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.
¿Cómo es a grandes rasgos la metología de trabajo?
Para detectar tendencias es necesario un monitoreo permanente de la problemática social. Es necesario además tener conocimientos de los períodos históricos y de las diferentes culturas para encontrar similitudes y poder delinear las tendencias.
La formación en historia del arte, el mapeo continuo de información global y la intuición, son mi formula personal para elaborar cada año el pronóstico de tendencias.
Esta masa crítica de datos obtenidos en viajes permanentes, exposiciones de arte, prensa gráfica, arquitectura, literatura, adelantos tecnológicos, música, cine, entre muchos estímulos, se organiza en categorías o líneas rectoras que guían hacia dónde es conveniente proyectar, pensar y desarrollar los diseños en todas las áreas.
¿Cómo son los consumidores post pandemia?
La resiliencia y la adaptabilidad se pusieron a prueba en 2020/21. Los consumidores están pensando en cómo reinsertarse anímicamente en este nuevo contexto, un mundo muy distinto que quedó después de la pandemia.
Yo llamo Reset al espíritu que marca esta época, un reinicio, un deseo colectivo de reseteo para un nuevo comienzo. Y este es el marco contextual psicológico más importante que habrá que tener en cuenta, de ahora en mas, a la hora de diseñar cualquier producto o servicio o empleo.
En todo el mundo la gente busca balancear el tiempo de estar en casa, su tiempo de trabajar, su tiempo de dedicarse a lo que les gusta.
Otro de los emergentes son los llamados “Urbanitas Rurales”, que buscan tener espacios y paisajes más verdes, fuera de las ciudades y también dentro de las ellas, y que muestran un profundo interés en productos y soluciones sostenibles. Desde el diseño, además, vimos aparecer una colección importante de muebles pequeños, paneles divisores de ambientes, bibliotecas que ahora incluyen escritorios, sistemas de sillones componibles, materiales sustentables y la reutilización y la basura como una opción de nueva materialidad.
Sos socióloga de diseño y tenés un laboratorio de tendencias. Cuando te calzás el traje de interiorista, ¿cuánto pesa todo ese otro conocimiento?
Me gusta poner a mis clientes al tanto de todo lo que sé acerca de las últimas tendencias y asesorarlos para que estén bien informados de lo que vendrá, y mejor preparados para las decisiones que tomen. Pero también deseo que su nueva casa sea muy suya, que se sientan cómodos, que su hábitat sea el reflejo natural de sus gustos, su elección de vida, su cultura. No algo impostado.
Yo pienso que la arquitectura interior es como un traje a medida y siempre es un trabajo de a dos: me interesa mucho poder captar lo que mi cliente necesita, para ello le dedico tiempo a escucharlo, a observar y descubrir su esencia. Busco brindar bienestar corporal y emoción en el alma.
Texto: Clarisa Corsunsky. Fotos: Diego García / gentileza Gabi Lopez.
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