La compañía española es una revelación a través del sus diseños de vanguardia y audaces, hechos 100 % con tecnología 3D.
“Fabricamos muebles de hoy para las mentes del mañana”, se presenta Nagami. Y así lo hacen.
“Nuestro producto está enfocado a un diseño atrevido o de vanguardia”, explican los creadores -Manuel Jiménez García, Miki Jiménez García y Ignacio Viguera Ochoa- de una fascinante colección de muebles 3D hechos en termoplástico y plásticos reciclados.
El nombre de la marca proviene del término japonés “nagami”, una fruta japonesa parecida a una mandarina, con una forma un poco más alargada y de color naranja intenso que les resultó parecida a las primeras formas que obtuvieron durante su experimentación con la tecnología tridimensional.
Los muebles de Nagami están hechos utilizando impresora 3D y un brazo robotizado industrial, las estrellas de su fábrica en Ávila, España, la plataforma desde la que se convirtió en sensación global del diseño.
La compañía se creó en 20216, y la primera parte de su historia estuvo dedicada a la investigación sobre la fabricación de robots para diseño y arquitectura.
Una vez conseguido el software de creación y el método de fábricación, llegó el momento de la creación de sus raros muebles nuevos.
La primera creación icónica de Nagami fue la silla VoxelChair V1.0 presentada oficialmente en una exposición sobre impresión 3D en el Centro Pompidou de París, Francia.
Su silla pasó a formar parte de la colección permanente del museo referente del arte y diseño contemporáneo.
La clave de su proceso de fabricación es un brazo gigante que llega a medir 3,5 metros y que va “dibujando” y moldeando en 3D la pieza que va construyendo.
Además de su mobiliario y línea de objetos de diseño que vende a través de su página web, Nagami creó alianzas con destacados arquitectos para desarrollar e innovar modelos arquitectónicos –“entornos”- que llevó a la marca más allá de España.
Por otra parte, Nagami colabora con Parley fot the Oceans, organización que se dedica a la recolección de plásticos del mar, y su posterior reinserción en el ciclo productivo como materia prima.
“Queremos generar sorpresa -confesaron los fundadores de Nagami en una entrevista- Posteriormente, cuando podemos apreciar sus texturas y probarlos, comenzamos a asimilarlos al confort y la ergonomía que tradicionalmente esperamos de una pieza de mobiliario, pero provocando sensaciones nuevas al disfrutar de la simbiosis entre diseño e innovación tecnológica”.
Más información: purodiseno.lat