Diseñador industrial, artista plástico y artesano, Julián Cúneo encontró, en el marco de la artesanía contemporánea, la posibilidad de trabajar las emociones en los objetos y revalorizar los oficios tradicionales. Cada pieza de deco, accesorio de moda o lámpara que fabrica, desde su marca JC, parten de la experimentación material y tienen a la soga y al cobre como material estrella.
Tener una formación en arte, asume, le confiere una libertad extra para probar distintas técnicas. Porque en su caso, la investigación comienza en el contacto con la materia prima. Aunque en general se comience al revés. “Donde encuentro un material que me comunica o genera algo, en general materiales nobles, empiezo a desarrollar la técncia y los productos en relación a ese hallazgo. La materia en sí misma me muestra el camino de diseño para seguir”, comparte Cuneo, para quien poder expresarse como creador es el motivo que lo guía desde muy joven. Después de anotarse en la carrera de química y darse cuenta de que no era para él. “Lo que me movía era usar la imaginación para resolver los problemas de la gente”. Los años de ciencia, le aportan como diseñador: “me sirvieron para tener un espíritu análitico”-
"Detras de cada proyecto hay un proceso de simplificación, de observar para eliminar lo superfluo. Y si hay errores: no son tales. Hay que saber darle lugar para que pase a ser simplemente la mano del artesano, la diferenciación. La perfección industrial no es propia al mundo artesanal en el que me gusta trabajar”.
“Las grandes marcas nacionales e internacionales volvieron a revalorizar el trabajo manual. A generar productos de lujo que tienen esa laboriosidad detrás”. De hecho, en un contexto globalizado, Argentina, piensa Cuneo, tiene mucho potencial. “Tenemos gran cantidad y calidad de artesanos capaces de desarrollar proyectos en gran variedad de técnicas. Pero por la gran competencia y la baja remuneración los artesanos poco a poco dejan sus oficios y saberes que se pasaban de generación en generación se pierden”
Las lámparas fueron el primer producto que fabricó y presentó en PuroDiseño allá por 2015. Después vinieron las vasijas decorativas en diversos formatos: desde platos, canastos bowls o cuencos. Los cuencos realizados a partir de chapas de cobre, bronce o alpaca.
"Estos metales semipreciosos expresan a lo largo de sus procesos de trabajo una gran belleza. Tienen una química muy activa y el proceso de fabricación es mántrico. Es un ejercicio de meditación. El secreto esta en saber cuando parar de martillar, apagar la forja y pulir la pieza para el resultado final"
Los bolsos vinieron más tarde. Pero como siempre: hay continuación creativa. “Con la misma técnica de martillado que uso para los cuencos de chapas de bronce o alpaca hago los botones de mis bolsos”
Para él, hacer es su terapia. “En los procesos repetitivos y metódicos aparece el placer de la liberación de la mente. Creo para dejar de pensar, pero a la vez en el hacer aparece otro tipo de pensamiento. Cuando un proceso se arraiga en el cuerpo y un movimiento pasa a ser parte de uno aparece algo nuevo, la posibilidad de modificarlo, de actuar sobre él. En medio del proceso uno pasa a tener capacidad de crear. Esa transformación es un momento de revelación donde algo que inicialmente era apasionante por la complejidad, pasa a ser algo que se maneja con confianza en base al entrenamiento del cuerpo. Así es como comprendiendo los procesos puedo crear algo nuevo”. Repetir, aprender y crear. Esa es su cuestión.